Quiero un horizonte, donde pueda encontrarte sin tener que mirar de reojo, sin tener que aceptar que tú, amor mío, no buscas mi mirada. Quiero que te tropieces con ella, que navegues por mis ojos, que mis labios sean tu puerto, donde desembarques tus miedos y rememos hasta el infinito.
sábado, 12 de septiembre de 2009
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está buenazo!
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