Mostrando entradas con la etiqueta Literatura. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Literatura. Mostrar todas las entradas

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Clarice Lispector

Por no estar distraídos

Era la levísima embriaguez de andar juntos, la alegría de como cuando se tiene la garganta un poco seca y se ve que por admiración se tenía la boca entreabierta: ellos respiraban de antemano el aire que estaba por delante, y tener esa sed era el agua misma para ellos. Andaban por calles y calles hablando y riendo, hablaban y reían para dar materia y peso a la levísima embriaguez que era la alegría de su sed. A causa de los coches y personas, a veces se tocaban, y con ese toque -la sed es la gracia, pero, las aguas son una belleza oscura-,con el toque brillaba el brillo de su agua, y la boca quedaba un poco más seca de admiración. ¡Cuánto admiraban ellos estar juntos!

Hasta que todo se convirtió en no. Todo se convirtió en no cuando quisieron esa misma alegría. Entonces la gran danza de los errores. La ceremonia de las palabras desacertadas. Él buscaba y no veía, ella no veía lo que él no había visto, ella que estaba allí, sin embargo. Y él que estaba allí. Todo salía mal, y estaba la gran polvareda de las calles, y cuanto más se equivocaban, con más aspereza querían, sin una sonrisa. Todo porque habían prestado atención, sólo porque no estaban ya distraídos. Sólo porque, súbitamente exigentes y duros, querían tener lo que ya tenían. Todo porque quisieron dar un nombre; porque quisieron ser, ellos que ya eran. Y entonces aprendieron que, al no estar distraídos, el teléfono no suena, y es necesario salir de casa para que la carta llegue, y cuando el teléfono finalmente suena, el desierto de la espera ya cortó los hilos. Todo, todo por no estar ya distraídos.

De "Para no olvidar".

sábado, 27 de marzo de 2010

No es que muera de amor, muero de ti.

No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.

Muero de ti y de mi, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro
acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.

Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros,
separados del mundo, dichosa, penetrada,
y cierto , interminable.

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.

Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos oscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte ,amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mi, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.

Jaime Sabines

sábado, 5 de diciembre de 2009

Aprendiendo

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una
mano y encadenar un alma.

Y uno aprende que el AMOR no significa acostarse.

Y que una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender ....

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza
a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende
a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es
demasiado inseguro para planes ... y los futuros tienen su forma de caerse
por la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que, si es demasiado, hasta el calor del
Sol puede quemar.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de
esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno es realmente fuerte, que
uno realmente vale, y uno aprende y aprende ... y así cada día.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien, porque te ofrece un buen
futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos
sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás con una persona sólo por
acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo aprendes que los verdaderos amigos son contados y que quien no
lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de falsas amistades.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en momentos de ira siguen
hiriendo durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es
atributo sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, es muy
probable que la amistad jamás sea igual.

Con el tiempo te das cuenta que aun siendo feliz con tus amigos, lloras por
aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona
es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser
humano, tarde o temprano sufrirá multiplicadas las mismas humillaciones o
desprecios.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el
sendero del mañana no existe.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas y forzarlas a que pasen,
ocasiona que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado,
añorarás a los que se marcharon.

Con el tiempo aprenderás a perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir
que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, pues ante
una tumba ya no tiene sentido.

Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo...

domingo, 22 de noviembre de 2009

Los Amantes

¿Quién los ve andar por la ciudad
si todos están ciegos ?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.

Son los amantes, su isla flota a la deriva
hacia muertes de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.

Amanece en los carros de basura,
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan
una vez más antes de oler el día.

Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es sólo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.

Julio Cortázar

jueves, 15 de octubre de 2009

Todo

Los muertos no necesitan
aspirina o
tristeza
supongo.

pero quizás necesitan
lluvia.
zapatos no
pero un lugar donde
caminar.

cigarrillos no,
nos dicen,
pero un lugar donde
arder.

O nos dicen:
Espacio y un lugar para
volar,
da
igual.

los muertos no me
necesitan.

ni los
vivos.

pero quizás los muertos se necesitan
unos a
otros.

En realidad, quizás necesitan
todo lo que nosotros
necesitamos

y
necesitamos tanto
Si solo supiéramos
que
es.

probablemente
es
todo

y probablemente
todos nosotros moriremos
tratando de
conseguirlo

o moriremos

porque no
lo
conseguimos.

Espero que
cuando yo este muerto
comprendáis

que conseguí
tanto
como
pude.

Charles Bukowski (Everything, traducido al español)

jueves, 17 de septiembre de 2009

Cartas a un joven poeta

Aquí, donde un dilatado suelo me rodea, al cual vienen los vientos desde los mares, aquí siento que sobre esos problemas y sentimientos que en lo profundo tienen una vida propia, nadie puede contestarle, pues hasta los mejores yerran en las palabras cuando tienen que significar lo más sutil, lo casi indecible. No obstante, creo que usted no ha de quedar sin solución si se atiene a cosas semejantes a éstas en que se recrean ahora mis ojos. Si usted se atiene a la naturaleza, a lo sencillo de ella, a lo pequeño que apenas uno ve y que inopinadamente puede llegar a ser lo grande y lo inconmensurable; si usted siente este amor por lo insignificante, si con toda llaneza, como servidor, trata de ganar la confianza de aquello que parece pobre: todo entonces le sera mas fácil, mas armonioso y en cierto modo, mas conciliable; no quizá, en el entendimiento, que asombrado se retrasa, pero si en lo mas profundo de su consciencia. Usted, Señor, es tan joven, está tan lejos de toda iniciación, que quisiera encarecerle, tanto como puedo, que tenga paciencia frente a todo lo no resuelto en su corazón y que trate de amar los problemas mismo como a cerrados aposentos y como a libros escritos en un idioma muy extraño. No busque ahora respuestas; no le pueden ser dadas porque no podría vivirlas. Y de eso se trata: vivirlo todo. Viva usted ahora los problemas. Viviéndoles, talvez en un lejano día, poco a poco, sin advertirlo, penetre en la respuesta.

martes, 15 de septiembre de 2009

Espero curarme de ti

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes como te digo que te quiero cuando digo: “qué calor hace”, “dame agua”, “¿sabes manejar?”, “se hizo de noche”…Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho “ya es tarde”, y tú sabías que decía “te quiero”.)

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tu quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

Jaime Sabines

domingo, 31 de mayo de 2009

19

El mismo Dolor,
la misma Sonrisa,
la Mirada profunda
y la misma Marca en mis labios.
¿La misma Voz?
El mismo Llanto.
Quizás la misma Habitación.
El mismo Desvelo,
algunos Sueños que son los mismos,
el mismo Orgullo
y los mismos Celos.

Todavía seguimos siendo los Mismos.

martes, 14 de abril de 2009

Cuando dejé de ser: Parte I

No podía mirarlo a los ojos mientras me hablaba. Sus palabras me herían profundamente a pesar de que no escuchaba realmente lo que decía; veía a través de los gestos que hacia con las manos que eran sumamente dolorosas.

Era viernes, uno de esos en los que mamá se la pasaba llorando y papá caminaba de aquí para allá, una y otra vez. Estábamos solos. Yo estaba sola. Él estaba solo. Aún saboreaba el helado de fresa que había comprado a las 4:50, aunque cada vez el sabor se tornaba mas amargo; las fresas se podrían lentamente en mi boca. No dije nada y me quede mirando las losetas de colores, sabía que si levantaba la vista me encontraría con memorias que alguna vez me sacaron una sonrisa, pero que hoy no eran más que heridas en el alma.

Mi corazón no dejaba de latir y a la vez se había detenido: había muerto en vida, pues la verdad, no me hubiese extrañado ni un poquito que ello hubiese sucedido. Me preguntaba en que momento había dejado de existir, definitivamente fue mucho tiempo atrás. Quizás aquella tarde de abril cuando estábamos solos; recuerdo que mi voz se volvía cada vez mas grave. Primero deje de interesarme y luego deje de sentir, más tarde escuché a mi mama gritar mi nombre muy fuerte, sin éxito alguno.

Si, creo que así fue. Así me perdí en el mundo, así me perdí en sus brazos. Ahora estábamos solos. Yo estaba sola. Él estaba solo. Yo estaba más sola. Se fue caminando a paso lento; jamás volteo a ver si yo seguía ahí, con la mirada fija en la huella que había dejado en la acera con sus zapatos mojados.

miércoles, 1 de abril de 2009

Time Capsule

Estaba revisando trabajos antiguos del cole y encontré este. Fue uno de los written tasks que hice para el IB sobre The Catcher in the Rye. La idea es que Holden y su hermana Phoebe están caminando por Nueva York y encuentran una capsula del tiempo que se abrirá en el año 2006 (es el año 1951). Holden decide poner su red hunting hat en la capsula y esta es la carta que lo acompaña.
December 1951, New York

Dear friend of 2006,

You are probably wondering why I have decided to leave this goddam hunting hat to be found like 50 years later. If you want to know the truth, I don’t know. I hope that now that you are reading this, the world is a little better than when I was alive. The truth is that at my time, it was full of phony people and the only way I could get out of it was by wearing my red hunting hut. Actually, I can’t believe I am admitting this; I used to get all sore when people asked me about it and I lied that I used it to cover my gray hair, just for the hell of it. I have gray hair. I really do. The one side of my head--the right side--is full of millions of gray hairs; they really made me feel as if I was some of an older guy.

Anyway, I always used my hunting hat when I was feeling that I had too many phonies around me. In some way, it made me feel secure and it was kind of a back up for my emotions. I am really complex guy, you know, sometimes I get all yellow. I don’t know. Either I get yellow or I don’t care a damn about what is going on. That’s me, and that’s probably why I bought this hat when I was in New York once. I really think you are going to make a good use of the hat, actually I gave it to my little sister, Phoebe; I thought she was going to need it, but the truth is she is way more intelligent and stable than anyone in the world. If you want to know the truth, I am sure she could live all her life with phonies, and don’t even had one phony attitude. Not one. I told Phoebe I was going to put my hat on this time capsule and all; and she got really excited, I mean really excited. Phoebe always understands. I get so annoyed with those people that keep asking you about everything a million times and then they say they finally got it, but the truth is they haven’t even understood a damn word of what you’ve said. With Phoebe, it is all different. You tell her something once, and she understands it even better than yourself. She kills me.

Getting back to the hat business, I think that in 50 years it will be totally rare to wear it. I bet you are thinking it is old as hell, I know. The truth is that if you have chosen to pick it up from this time capsule, it is because you really need it. It is your destiny. So, face it up and wear it. For god’s sake, it doesn’t matter what the phonies around you say about your hat. Trust me; you will have a helluva good time with it. I just can picture you wearing the godddam hat on and all those spaceships wandering around. God, how I’d love to be in your place and get to meet a Martian and all.

I think I am now prepared to leave my red hunting hat in your hands; it would be awful of me to keep it. I don’t need it anymore. Anyway, if you someday feel that everyone around you is being phony and that the whole world is against you, just put the red hunting hat on, and turn the peak around to the back. It has this something that makes you feel better, it really does.

I forgot to tell you, once you have finished with it, just choose the right person to give it to. I mean, the right person; not just any sonuvabitch you cross by in the street. It has to be someone really special, someone who really kills you. That’s all for now.

Holden Caulfield, from the 1950’s.

jueves, 5 de marzo de 2009

Querido Alfonso,

Juré que nunca más iba a regresar ¿sabias? Le dije a mamá que mientras estuviera viva jamás volvería a vernos juntos. Sus dos únicos hijos, que se odien así, tanto. Le debe haber dolido harto. ¿Tú me odias aún? Creo que yo ya no. Lo que hiciste fue imperdonable, pero aun así, aquí heme. Tenia que venir. Eres mi hermano después de todo. Quizás debí haberte buscado antes, cuando aún podíamos cambiar las cosas, pero no podía ni verte a la cara Alfonso. Te veía y solo quería matarte. Que ironía, ahora que te veo, solo deseo lo contrario.

¿Qué por qué vine? Pues es difícil de explicar, ni yo me entiendo del todo. Después de que murió mamá, pensé que de repente sería bueno buscarte. Es verdad que aún no olvidaba lo que habías hecho; sería imposible. Es más, hoy, 35 años más tarde, es todavía uno de mis recuerdos más vivos. No me importó en ese entonces, sabia que no te podía perdonar, pero necesitaba decírtelo, buscarte. Tú me conoces, Alfonso, más que nadie, sabes que soy orgulloso como tú mismo y que en aquel momento, me habría tragado todo mi orgullo para encontrarte, para decirte como me sentía. ¿Por qué no lo hice antes que muriera mama? Pues por lo mismo, hermano, le había hecho una promesa. Le jure que no nos volvería a ver juntos mientras viviera. Estaba empeñado en cumplirla. Pase 15 años de mi vida manteniendo vivo tu error con el propósito de no romperla nunca. No creerías todo lo que hice para no olvidar jamás que me traicionaste de esa manera.

Escribí dos cartas iguales aquella noche. Una se la di a mamá; en ella, le contaba detalle por detalle como había sucedido todo. No se me escapo ni el pedacito más mínimo. Por eso, estaba seguro que a pesar que mamá no soportaba la idea de no vernos más juntos, ella me entendía. Siempre te quiso más a ti, ¿sabías? Era obvio Alfonso, la forma en que te miraba y te mimaba todas las noches, mientras que a mí solo me decía buenas noches y me daba un beso frío en la mejilla. Aún así, yo pude descifrar su rostro mientras leía esa carta, me quiso más a mí entonces. Todas esas miradas y esos mimos desaparecieron, todos esos años de verme despreciado por mi madre se esfumaron; mientras la leía, todos esos recuerdos se desvanecían. ¡Cómo lloraba!, supe que en ese momento, Alfonso, había llegado tu final y era el triste comienzo de mi infancia tardía. La segunda carta la guarde para mí y me asegure de leerla todas las noches. Lo hice durante quince años, la leí y releí. Llegue a pronunciarla de memoria, pero siempre prefería leerla. Así me acordaba de cómo me había sentido, lo veía en el odio que reflejaban aquellas líneas. Te odiaba Alfonso, te odiaba cada una y todas las noches que releía esa carta.

Hace 20 que murió mamá. Yo, había cumplido ya la promesa que hice: no te había visto mientras ella viviera. De alguna manera, cuando murió, sentí cierto alivio. De ahí en adelante, estaba solo en mis manos buscarte. Me decidí pues aquella tarde, asistir al velorio de mi madre. Esperaba encontrarte ahí, Alfonso; sabia que por más que ella ya no era la misma contigo, tu aún la querías y la habías perdonado. Tu sí sabías perdonar, a diferencia de mí. Querrás saber también, hermano, que mamá no fue la única a quien enterraron aquel día; enterré yo, junto a ella, todas las tardes que pasábamos recogiendo zetas, los días de lluvia en casa y aquella media sonrisa que se dibujaba en tu rostro colorado cuando ocultabas alguna travesura. Pues si Alfonso, tú, no estabas ahí. Yo fui decidido a empezar de cero, a perdonarte, algo extraño en mí, algo que quizás tú hubieses hecho, no yo, pero no estabas. Nunca más te busqué de nuevo, para mí, tú ya no existías; te enterré junto con nuestra madre y ese pasado que tanta nostalgia consigo traía.

Una última cosa, Alfonso. Sé que hoy ya es tarde para pedir perdón, para dejar ir todo aquel rencor que se ha venido acumulando año tras año; sin embargo, solo te pido que me entiendas. Me hubiese gustado despedirme de ti, haberte buscado antes, poder retroceder el tiempo y cambiar todo. Ahora que te veo, sabiendo que no podré nunca más obtener alguna respuesta de tu parte, me duele en el alma que ya no estés conmigo; me duele sobretodo que hayas dejado de estarlo no hoy, sino hace 35 años, aquella tarde de otoño en la que nos dijimos adiós.


sábado, 14 de febrero de 2009

Me gustas


Me gustas porque te conozco tan bien y sin embargo, siempre me enseñas algo nuevo. Porque dices palabras sin sentido en voz bajita de vez en cuando y siempre consigues hacerme reír. Me gustas porque a tu lado, se que nada me puede pasar, y si quizás algo me pasara, se que tu estarías ahí para protegerme, para consolarme. También me gustas porque no esperas que sea diferente, pero si esperas que siga hacia delante. Porque mágicamente siempre dices lo que necesito escuchar y porque yo sé lo que tu necesitas oír. Me gustas porque confías en mí, porque yo confió en ti. Porque somos enamorados, pero màs que todo porque somos amigos. Me gustas porque eres divertido y porque me haces cosquillas aunque en ese momento te diga que no lo hagas, y me sacas una sonrisa de donde sea. Me gustas porque cuando te veo siento que no existe el mundo: solo tú y yo. Y estamos solos. Y me gustas mucho.


Feliz dia del amor y la amistad :)

martes, 3 de febrero de 2009

Blah Blah Blah. Eternal Sunshine of the POINTless mind.

Definitivamente soy alguien con demasiado tiempo libre y un poco obsesiva. Nunca tengo insomnio, me suelo dormir muy temprano y en consecuencia, me levanto muy temprano también. Sin embargo, esto del blog y querer expresar todo al mismo tiempo, me tiene algo alterada. Me gustaría plasmar aquí, en un día todo lo que he querido decir durante diecinueve años y por alguna extraña razón no lo he hecho, aunque sé que eso sería algo obsesivo (Como digo, soy bastante obsesiva; hasta hace unas líneas, era un poco nada más). Intento contenerme, por lo que tres posts en un día es ya un logro; supongo que compensaré con semanas que pase en blanco más adelante.

En un minuto, será la una de la mañana, del 4 de Febrero del 2009. Es algo tarde para mí y creo que estoy comenzando a escribir por escribir y hablar puras tonterías. Mañana, probablemente vaya a ver una película de Eric Rohmer y me ha provocado escribir acerca de él. No sé mucho sobre su vida en realidad, sé que sigue vivo y enseña en alguna universidad de París, nada más. Quiero saber todo y ver cada una de sus películas: será así la única manera de conocer verdaderamente a este autor/director (Estuve prestando atención en mis clases de Apreciación del Cine), quien digo que es mi favorito (con las películas que he visto, en realidad lo es, simplemente. Lo que pone en escena es como montado con mis propios pensamientos, que yo jamás podría armar de esa forma, por cierto. Son detalles que yo no he visto y él si, pero que me gustaría haber visto, o quizás pensamientos o vivencias mías en otra vida). En fin, eso será mañana o mejor dicho, hoy día más tarde, u otro día si mañana o mejor dicho, hoy más tarde, me da demasiada flojera.

Para cerrar la noche, algo que no viene mucho al caso, pero producto de este insomnio inesperado y el eterno resplandor de una mente sin recuerdo (no de la película, sino en realidad del eterno resplandor). Enjoy.

Estaba harta de todo. Estaba harta de ella misma más que de nadie. Cómo no se le había ocurrido que hacer buenos amigos en ese entonces era una prioridad. No, a ella no le interesaba hablar con las niñas del colegio, ¿para qué? En total, eran una sarta de burguesas engreídas que no tenían mayor tema de conversación que los zapatos que habían salido esta temporada (¿Quién decide esto de las temporadas, en todo caso?). Ella era diferente y siempre había preferido ser así. Tenía un amor extraño por los libros; había leído tantos, quizás todos los del mundo dos veces cada uno, pues para ella, no había mejor compañero que un buen libro: nunca la defraudaría, nunca se moriría y de él, siempre aprendería algo nuevo. Lo curioso era que los libros que más le gustaban eran aquellos donde se hablaba de la amistad, el amor y cuando estaba de buen humor, la familia. Quizás buscaba ahí lo que ella nunca tuvo. Hoy, ya no aguantaba más. No encontraría ningún libro que le diera respaldo, pues estaba sola en el mundo, quedaban únicamente tantos libros en su biblioteca como huecos en su alma.

miércoles, 28 de enero de 2009

I am a Foreigner

Post Secret en francés - No es mío, pero quizás soy yo, en otro cuerpo, en otro continente, quién sabe.

Querido Diario,

Escribo desde lo más profundo del alma mía, esperando que algún día aquella persona, cuya vida yo vivo, desentierre estas memorias y en solo un segundo, le pase por delante toda su existencia (o la mía). Cada mañana es menos mía (más tuya), cada media sonrisa es la ventana de un silencioso sollozo, cada ocultarse de la luna no hace más que confirmar que esta vida que vivo no me pertenece (más).

Sentir que uno no esta trazando su propio camino, sentir que es otro, quien se adueña de tu ser y controla cada uno de tus movimientos, tus pensamientos (si en realidad pudiesen ser tuyos). ¿Cómo puede ser el amor verdadero si no soy más que una triste y vana marioneta? Es otro, u otra, quien vive mi vida, quien siente escalofríos y a quien se le eriza la piel. Detrás de mi mirada (o la tuya) hoy no hay más que un extranjero. ¿Te revelarás Intruso? ¿En que cuerpo estaré yo, entonces?


lunes, 26 de enero de 2009

Daisy owl y Super Pollo

Another day ruined by PETA
Daisy owl, un comic de Ben Driscoll que encontré en cracked.com el otro día. Algo ofensivo para los Peta-lovers (hago énfasis en que me casi-incluyo ahí), pero debemos admitir que es gracioso.




Para complementar, una creación propia. Debo resaltar que fue inspirada en una historia de la vida real, una conversación entre dos niños que escuche un día por ahí.



Super Pollo


-¿Te gusta el pollo?
-Si.
-Yo soy anti-pollo. Mi papa es pollerazo, casi todos los días comemos pollo.
-¿Todos? - Todos no, he dicho casi todos. Igual, a este paso nos van a salir alas.
- No te pueden salir alas.
- Claro que si, ¿tu como sabes que no? Mi mamà lo dijo el otro día mientras tomábamos el desayuno. Dijo: “¿Qué hay de almuerzo?” Y cuando le respondieron que de nuevo pollo, dijo: “A este paso nos van a salir alas.”
- Solo los pájaros tienen alas
- Eso no lo puedes saber tú. Yo si le creo a mi mama. El otro día que dijo que por tomar la gaseosa helada me iba a resfriar, me resfrié. Desde ahí le creo todo.
- Yo siempre tomo la gaseosa helada y no me pasa nada.
- Pues seguro porque tu mamá no te dice que te vas a resfriar. ¿Tú crees que las mamás tengan poderes?
- No lo sé; si fuera así, quizás si te salen alas. Yo creo que todos te mirarían raro en el colegio.
- Podría volar. De repente tu también deberías comer mas pollo, pero debes apurarte, yo llevo toda la vida comiéndolo, tu en cambio, aun tienes mucho por devorar.
- ¿Puedo ir mañana a tu casa entonces? ¿Tú crees que haya pollo de almuerzo?
- Me imagino que sí. Siempre hay pollo, pareciera que mi papá los cría.
- Ya. Entonces dile a tu mama que llame a mi mami y así voy. ¿Está bien?
- Ahora le digo. Nos vemos Luis.
- Nos vemos. No comas más pollo hasta mañana ¿Ya? Así te alcanzo más rápido.
- Veré que puedo hacer, conociendo a mi familia de seguro que hoy cenamos pollo también.


FIN

Esto lo escribi hace bastante tiempo, creo que yo aun comia pollo cuando lo hice. Pense hacer un cuento pero como siempre, lo deje en el comienzo o a la mitad; de todas formas, creo que no hubiese progresado mucho. Bye Bye :)


 

blogger templates | Make Money Online