¿En realidad importa lo que yo piense?

Si quieren saber mi opinión, yo no le hubiese dado el Oscar a mejor película a Slumdog Millionaire. Recién me acabo de percatar que no tengo base para decir eso porque no he visto ninguna de las otras que estaban nominadas, oops. Igual, yo le hubiese dado el Oscar a Juno el año pasado :), los de la Academia no saben nada de la vida. Por lo menos homenajearon a Heath Ledger, que en paz descanse.

Sleepyhead

Estoy metamorfoseando, pues me he vuelto alguien que duerme mucho. Me levanto temprano pero igual duermo mucho. Quizás el error este en levantarme tan temprano y luego querer hacer pequeñas siestitas a lo largo del día que curiosamente resultan en tener sueño temprano también y por ende dormirme, obviamente, temprano. Al final calculo que paso 23 de 24 horas durmiendo; esta bien, nunca tanto, pero casi.

Mis sueños están atravesando la metamorfosis también, pues cada día son más extraordinarios (en el sentido literal extra-ordinario, no necesariamente agradable).

¿Será que el hada de los sueños me espolvorea con el polvo mágico para dormir?

Limbo

Y a cada hora que pasa se vuelve más cercana la sensación de un primer día de clases. Se empiezan a publicar horarios, es hora de cancelar la primera boleta, se acortan los días de quedarse en la cama un tiempo infinito para abrirle paso a los límites, los que-haceres y los deberes. Mi mamá me pregunta si por fin he decidido que voy a hacer con mi vida.
Entonces yo me pregunto: ¿He decidido que es lo que voy a hacer con mi vida? Me parece que aún no.

Big Fish

A pesar de haber llegado a mis manos con 6 años de retraso, hace tiempo que una película no me conmovía tanto y me dejaba tan emocionalmente inestable. Si hay una palabra que describa Big Fish, yo diría que es mágica; pues, en cada escena Tim Burton logra transportarnos a un mundo paralelo, donde lo real y lo fantástico se cruzan, volviendo la vida común y corriente de un hombre, extraordinaria a nuestros ojos. Quizás aquello haya sido lo que mas me cautivó de la película, pues nos muestra que la vida no es vida si en ella no hay magia, sueños e historias de gigantes y brujas.

Escribo también para aceptar de una vez por todas que me rehuso a creer que no existen los finales felices; quiero que mi vida sea como un cuento de hadas.

Edward Bloom: "Sandra Templeton, I love you and I WILL marry you"

You Can Count on Me

Hoy solo me robaré el titulo de la película que vi ayer. O quizás no, y lo que escriba haya sido subconscientemente influenciado por dos horas consecutivas de observar la pantalla de una computadora (es la nueva era: ya no se ven las pelas en la tele).

No estaría exagerando si digo que paso varias horas al día recordando el pasado, comparándolo con el presente e imaginando que curso habría seguido mi vida si aquel día no hubiese ido a tal lugar o si no le hubiese hablado a cierta persona. Lo cierto es que si me sorprende bastante como en un par de años o quizás solo en unos cuantos meses, la vida de uno puede cambiar tanto. Definitivamente el punto de quiebre es terminar el colegio, pues significa que ya no veremos las mismas caras que hemos estado viendo por doce años cada una y todas las mañanas. Cada quien toma un camino diferente y por más que con todo nuestro corazón, deseemos no alejarnos, lo hacemos y ya no hay vuelta atrás.

Nuevas personas tocan en nuestras puertas (digo puertas ya que son varias; estamos buscando un hogar aún, pues no nos sentimos más en casa con nuestros padres y los nuevos amigos no son aquellos que nos pueden ver llorar todavía). Comenzamos a frecuentar diariamente a personas que hace unos instantes eran solo extraños en el mundo, ni siquiera en el nuestro. Cada día se hace más difícil mantener contacto con aquellos que durante tanto tiempo fueron parte de nuestra vida o nuestra vida misma, que formaron nuestro carácter y que consiguieron que seamos lo que somos hoy.

Sin embargo, seguimos sintiendo lo mismo. Quizás hoy lo sentimos también por otros, pero eso no significa que hayamos olvidado a los de antes. Simplemente, hay personas que no se pueden olvidar nunca. You Can Count on Me. Siempre.

Y me contó su secreto.

Una vez vi una estrella y me contó su secreto. Me dijo que algún día, en un lugar pequeño y oscuro, donde parezca no haber salida y donde ya no se oiga ni el susurrar de los grillos ni el aleteo de las mariposas, aparecería ella. Iluminaría el lugar, le daría un rayito de vida y sería en ese instante, cuando todo tomaría sentido y ella estaría feliz, muy feliz.

No veo nada

Ayer fui al cine a ver He's just not that into you. No vayan.

Ayer también fue mi segundo día de salir a caminar por el malecón :) (Ya encontré mis patines así que ahora trataré de salir a patinar). En fin, así se ve Lima una calurosa tarde de verano:

¡Digamos NO al calentamiento global! :)

En días de neblina: se prohíbe estar triste.